“…en él fueron creadas todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra, los seres visibles y los invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados y Potestades: todo fue creado por medio de él y para él.” (Col. 1, 16)
“…se anonadó a sí mismo, tomando la condición de servidor…” (Flp. 2, 7)
INFINITA DESPROPORCIÓN
El que era TODO, se hizo NADA.
Se despojó de su TODO, y se vistió de nuestra NADA.
A nosotros, que no merecíamos NADA, se nos regalo TODO.
Quién de nosotros no necesitaba NADA, se nos brindó él TODO.
Así, los que somos NADA, pero que necesitamos TODO, al recibirlo, sólo podemos ofrecerle nuestra NADA, al tiempo que, de lo que necesitamos, él nos lo ofrece TODO.
Contemplemos con un corazón humilde, rebosante de alegría y de agradecimiento, esta infinita desproporción.
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