miércoles, 16 de diciembre de 2009

Navidad 2009


Queridos amigos

En marzo, me toco en suerte una de la primeras charlas del ET XVI, el día viernes. En esa oportunidad reflexionamos acerca del vértigo con el que vivimos casi en forma constante. Vivimos “a mil”, decíamos, siempre ocupados y preocupados; “…. nuestra agenda esta siempre llena.”.

Decíamos también que la cosa se pone peligrosa cuando nuestras permanentes ocupaciones y/o preocupaciones exteriores pretenden llenar completamente nuestras vidas sin dejar espacio alguno para nada más. Y así, al llegar a cierta edad, no obstante estar tan aparentemente llenos, nos inunda un sensación de vacío difícil de explicar. Advertimos entonces, a Dios gracias, que, en realidad estamos incompletos. Y si ese sentimiento o sensación continua creciendo, seremos irremediablemente doblegados por la rutina, el aburrimiento, la incomunicación con nuestros semejantes y, muchas veces, por ese mal llamado “depresión”.- .

Mencionamos en esa charla que ya existía una receta para este estado del alma. Y que Jesús, medico de almas por excelencia, dos mil años atrás, ya había hecho un diagnostico certero sobre la cuestión. Y dijo: “No andéis preocupados, fijad vuestro corazón primero en el Reino y su justicia, y todo lo demás se os dará por añadidura ( Mateo 6, 25. 33)

Hoy, terminando el año y ya casi en vísperas de Navidad, creo que seria bueno que volviéramos a reflexionar sobre este tema. Estoy seguro, por lo menos, en lo que a mi respecta, que si nos preguntáramos, como llegamos a esta Navidad 2009, unos cuantos contestaríamos: …..a mil.

¡Estoy tan a mil que, faltando solo una semana para Noche Buena, ni siquiera tuve tiempo para detenerme a pensar en ello!-

Amigos; ¡no dejemos pasar esta oportunidad. Fijemos el corazón en lo que esta por ocurrir en pocos días mas. Hagamos o al menos, contribuyamos a la celebración de una Navidad diferente; una navidad que se sustente a partir de su propio significado:

Dios nacerá en la noche profunda,

Hermano se hará, también sufrirá.

Él nos dará alegría sincera;

Que no pasará jamás;

y nos iluminará , con su salvación.-

Así cantamos durante el Adviento y en la mismísima Noche Buena.

El mundo esta muy complicado, el país aun más. No vale la pena detenernos en explicar una situación que todos conocemos y vivimos. La humanidad entera, esta como extraviada, sin rumbo. Seguramente, y con razón, estemos todos honestamente preocupados y hasta asustados.

He aquí el punto central de esta reflexión

Dios; escucho el clamor del hombre, su criatura. Dios escucho nuestro clamor, ¡¡¡el clamor de cada uno de ustedes en particular!!! ¿Y, como respondió? Enviándose a si mismo y a nuestro modo, al modo humano, precisamente para que pudiéramos reconocerlo, para que pudiéramos entenderlo. ¡El se abajo y vino a nosotros a través de una realidad tan allegada al hombre como lo es el nacimiento de un niño!

Precisamente esto es la Navidad; la conmemoración de este hecho único y extraordinario en el que divinidad y humanidad tomaron forma en el vientre de María, y en el cuerpito del niño Jesús, quien nació, contra lo esperado, en un humilde pesebre en la ciudad de Belén. ¿Por qué?, ¿¡¡por qué razón se nos hace tan difícil reconocer esta realidad tan sencilla como enorme?!!!

El niño Dios ya nació y ello significa que no estamos mas solos; ya no tenemos que tener miedo. Dios nos escucho y a través de Jesús, al modo humano, se nos abrió la puerta para que podamos seguirlo. El ya conoce el camino; ya lo recorrió y a que costo!

Con y gracias a El podremos ver a Dios, cara a cara, solo como Jesús lo ha podido ver.

Y esta es nuestra ALEGRIA PROFUNDA, esta es nuestra gran ESPERANZA encarnada en un niñito inocente e indefenso. Hemos sido escuchados por nuestro Dios, ni más ni menos. ¿Que mas podemos pedir?

Amigos; quedan pocos días para esta Navidad 2009. Nunca es tarde; bajemos los decibeles y no entremos en la vorágine de los últimos días del año. Releguemos los regalos, el pavo, el vitel tonné, el peceto con ensalada rusa, el surtido de tartas, el champagne, el vino, el pan dulce, los turrones para un segundo lugar. Prioricemos a Jesús. Que todo ello, que no es malo, tenga un sentido religioso: agasajemos a nuestros seres queridos, digámosles que los queremos y que los necesitamos; pero ojala que ello sea fruto de nuestro encuentro íntimo con el Niño que esta por nacer.

Vivamos una Navidad religiosa en familia y con el corazón abierto hacia los demás. Solo basta con contemplar a este Niño santo. EL nos dará alegría sincera que no pasara jamás.

Que tengan y disfruten una Navidad en Paz junto con vuestras familias.

Canito

Navidad 2009

2 comentarios:

Héctor dijo...

Voto para que las promesas de Yavhé de mandar un Salvador generen más expectativa que las del Papá Noel de Unicenter, que el Pesebre atraiga más las miradas que la mesa de postres y que la ansiedad por los regalos no sea mayor que la de la llegada del Niño Dios.
¡Muy feliz Navidad!

Esteban dijo...

Antes de los atracones de las fiestas... voto por ayunar un poco de nosotros mismos, y mirar alrededor tanta gente que sufre y que no tiene esperanzas, para poder contagiarle la alegría de este Misterio.-
MUY feliz Navidad !!!