miércoles, 18 de marzo de 2009

VIAJE AL AVION DE LOS URUGUAYOS

Queridos amigos:

Hoy es martes y todavía no puedo concentrarme como debería. El viaje al lugar del avión aun sigue dando vueltas en mi cabeza y no puedo dejar de pensar en todo lo fugazmente vivido. Es que todo ha pasado tan rápido !!!.

Es por ello que siento el irresistible deseo de escribir alguna de mis reflexiones y compartirlas con todos ustedes, mis compañeros de viaje. No piensen que estoy loco; los que me conocen saben que soy muy afecto a escribir del modo en que lo hago ahora.

Hubiera sido ideal, a mi gusto, quedarse a dormir en el lugar. No hubo mucho tiempo para contemplar, para reflexionar, para rezar y para compartir. Tampoco tuvimos la posibilidad de “fogonear” a la noche y reflexionar juntos acerca de lo vivido. Pero bueno, no es una queja; el recorrido es así, agotador por cierto, y se requiere tiempo para descansar. Por suerte, los seres humanos tenemos esa capacidad innata de recrear una y otra vez los sentimientos vividos y recuperar las imágenes que, a través de los ojos, penetran y se instalan para siempre dentro del corazón.

Creo, puedo equivocarme, que la gran mayoría llevo a ese lugar una carga “extra”. Los Orue, quizás, el recuerdo de su hermana Laura, María e Ignacio todos los sufrimientos vividos a partir de la enfermedad de este ultimo; Juan, el recuerdo de su entrañable hijo; yo, personalmente, todo lo sufrido a partir de la enfermedad de mi mujer, quien gracias a Dios hoy esta bien; la perdida súbita de mi padre, y el dolor por los sufrimientos de mi hermano con quien pude compartir esta travesía, De Tintín y Josefina, ni hablar. No conozco la historia de los demás.

Entonces me pregunto, ¿porque?; ¿que explicación tiene esto? El viaje por la Cordillera es majestuoso, sin duda alguna. Uno se hace chiquitito ante tanta belleza. Y creo que esto vale para quien es religioso o para quien no lo es. En lo personal, la travesía por las Montañas siempre me ha acercado a Dios. También encuentro a Dios más cerca cuanto mas profundo logro vincularme con el otro; vínculos que muchas veces suelen aparecer en forma súbita; cuando, por ejemplo, se comparte con otros viajes como el que acabamos de realizar.

Pero hay algo más. El lugar de destino es un lugar especial; único. No se trata de un destino turístico, o, por lo menos, no debería serlo. Es un lugar en el que, ante lo inconmensurable, lo inexplicable, uno se hace aún más chiquitito. Allí, hay una Cruz; sencilla, muy sencilla. Y, para mí, donde hay una Cruz, cualquiera sea el lugar en que se encuentre, esta Jesús. Y donde esta Jesús, esta Dios. La cruz fue puesta por el mismo hombre, quien, ante sus propias limitaciones busca proyectarse a través de este signo.

Y, paradójicamente, la Cruz no es un signo de muerte. Todo lo contrario. La Cruz es un signo de VIDA. En ella consistió el verdadero poder de Cristo quien, gracias a ella, la muerte quedo sometida para siempre al poder de la vida. Unos antes, otros después; de una u otra manera, dramática o no dramática; todos estamos llamados a vivir el mismo proceso. Y una vez inmortales, podremos finalmente ver a Dios cara a cara y entender así todo lo que en la vida terrenal no has sido difícil o imposible entender. Es nuestra Fe, nuestra esperanza, es lo que nos ha dejado Jesús.-

Allí, en la Cordillera, hay gente que se quedó y que de alguna manera ayudo a que otros vivieran. Quienes sobrevivieron atravesaron en su momento y muy jóvenes, con creces, el umbral del dolor y cada uno, del otro lado, habrá encontrado su propia respuesta o aun la seguirá buscando. Imagino que todos ellos se habrán preguntado que tipo de personas serían de no haber vivido lo que vivieron. Todos hacemos lo mismo cuando cargamos nuestros propios dolores y sufrimientos.

En suma; el lugar donde cayo el avión es un lugar que impone respeto y que nos debe impulsar a la reflexión y a la oración. Es un lugar donde Dios se hace presente de un modo muy especial. Por ello, creo que de alguna manera debería ser preservado. Ojala no se convierta solo en una atracción turística y lucrativa para quienes exploten su recorrido.

Personalmente, y esto se lo transmito a ustedes que se hicieron allí presentes, y muy especialmente a Tintín, para que emitan su opinión; yo entronaría allí, en lo alto, una linda y sencilla escultura de la Virgen, la “Virgen del Valle de las Lágrimas” mirando hacia el lugar donde el avión cayo. Ella siempre esta y estuvo cerca de los dramas humanos; ella jamás se apartó de su hijo y lo acompaño como madre en el mas grande de los dramas de la humanidad. Ella siempre nos consuela. No en vano, cuando la vida nos pega, solemos recurrir a Ella y buscamos protección bajo su manto, como lo hacíamos con nuestras propias madres.

Por otra parte, al acercarse la gente al lugar, la “Virgen del Valle de las Lágrimas”, serviría para imponer cierta dimensión y respeto por lo que allí ocurrió; por quienes quedaron, y también por quienes sobrevivieron. Se trata solo de tomar la decisión; llevarla, entronarla y bendecirla podría hacerse muy fácilmente. Por otra parte, las películas y/o videos que se han hecho sobre el tema, en muchas se escucha, ni más ni menos que el “Ave María” de Schubert.

Les mando un fuerte abrazo a todos y doy gracias a Dios por haberlos conocido y compartir con ustedes lo compartido. Mil gracias Tintín y Josefina.-

H. Cano
Canito

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por compartir tan vividamente tu experiencia!! Me hiciste revivir algunas experiencias semejantes y revivir esto ,en medio de la rutina diaria , ayudan a poner las cosas nuevamente en su lugar. Gracias de nuevo. blito

Anónimo dijo...

Muy bueno. Yo leí todos los libros que se publicaron sobre esta historia maravillosa, empezando por Viven... Quienes son Tintín y Josefina????? Había una de los sobrevivientes -creo- que respondía al apodo de Tintín. Es el mismo?

Anónimo dijo...

Pareciera que necesitamos que nos hagan acordar muchas veces lo perecedero (defecto profesional) que somos y nuestra pequeñez.
Sin duda dejamos de ser los mismos después de vivir situaciones de dolor. Nuestra pequeñez se hace así más evidente.
¿Será esta una invitación a dejar de ser indiferentes?
Vivamos en esta Cuaresma el desafío de poder transformarnos con la experiencia de Jesús llegando a la Cruz y también al reconocerlo en nuestro prójimo sufriente y necesitado.
Gracias Canito.
Un abrazo,
Luis

Anónimo dijo...

Hay un libro relativamente nuevo que se llama La sociedad de la nieve que es de los uruguayos pero escrito ahora. Me dijeron que la esta bueniiiiiisimo.
Lo leo y les aviso. Blito

Anónimo dijo...

Esteban..tintin es uno de los sobrevivientes; josefina su mujer. Tintin partio con parrado y canessa pa chile y lo mandaron de vuelta cuando vieron que tenian la cordillera de por medio. El bajo al fuselaje en 2 horas haciendo culo patin (casi se mata), lo que habian tardado casi dos dias en subir porque se enterraban en la nieve hasta la cintura...ademas de estar ya muy debilitados...