miércoles, 15 de abril de 2009

QUE ME DEJÓ LA SEMANA SANTA?

1. La Semana Santa y el valor de la comunidad:

¿Que me dejó esta semana Santa?
La gracia de haberla podido vivir en comunidad, asistiendo con mi familia (o lo que quedó de ella) a la Capilla del Marín.
Ya no tengo a mis hijas en este querido colegio, pero siento que igualmente es mi lugar de pertenencia. Y agradezco seguir vinculado a su gente, ahora através de las actividades pastorales. (Fue un gusto sentarme al lado de Elsa, durante la misa de Gloria).-
Es reconfortante sentirse acompañado. Advertir que hay otros... Y que todos, aunque con diversos estilos y preferencias, seguimos el mismo camino de la fe.-
Disfruté mucho no tener que salir la noche del sábado corriendo, luego de la celebración. Esta vez nos quedarnos en el agape, con la misma gente con la que vivimos y compartimos toda la semana. Y fue muy bueno.-
Sillas de plástico en el jardín. Charla con amigos. Puchito largamente esperado. Y sobre todo, alegría contagiosa que brota del corazón por darnos a Jesús resuscitado.
Y cuando uno está alegre, no quiere que se le pase. La alegría quiere continuarse y de hecho se extendió a la comida del domingo, en la generosa mesa de los Oliva, anfitriones que te hacen sentir como en casa.
Muchas veces me he preguntado. ¿Que pasa con estos "amigos nuevos"? Conocidos por la gracia de Dios, a partir del entretiempo. ¿Porque está necesidad de vernos y estar juntos?
La respuesta que antes vislumbraba, la ratifiqué estos días, rezando juntos y preparando la Pascua a partir del miércoles de ceniza, durante las reuniones o alianzas de los martes y la convivencia en el campo de Marcelo Puiggari.-
Es que la alegría de compartir la Fe extiende la Alianza de Dios, formando a su vez alianzas humanas.
Porque compartir la fe compromete y crea vínculos muy fuertes. Se comparten intimidades, se ponen en común experiencias de oración, estilos de educación, se comparte a la familia toda.-

2. La Semana Santa y el matrimonio:

La Semana Santa estuvo para mi y para Rosario, muy influenciada por el festejo de nuestros 25 años de casados.-
Fui analizado mi matrimonio desde el ángulo de la Pascua, reconociéndolo también como un "paso" fundamental en mi vida.- No diría que fue el cruce del Mar Rojo sino, en todo caso, el más modesto paso de la Gral Paz.-
Decía cuando me hicieron hablar en el brindis, cosa que detesto, igual que chocar las copas, que con Rosario nos habían resultado extremadamente fáciles estos primeros 25 años.-
Y después de haberlo meditado durante toda esta semana, creo definitivamente que ello fue así.
Pude advertir como la mano de Dios estuvo presente en toda nuestra historia como novios, esposos y padres.
Y el único mérito que nos podríamos adjudicar, fue que supimos reconocer la presencia extraordinariamente cercana de Jesús, en nuestra familia. Y que esa circunstancia se dio naturalmente, como una continuidad de lo que fueron nuestras vidas antes de casarnos.
En efecto, la transmisión de la fe de nuestros padres, la vida familiar con nuestros hermanos (ambos vivimos en cada casa experiencias muy parecidas) fueron signadas por una presencia muy fuerte de Jesús.-
Y esto lo percibí con una visión renovada, y lo agradecí especialmente en esta Semana Santa.

3. Absorber o hacerme más digerible?.

Me hizo pensar mucho la homilía del viernes santo que se relacionó obviamente con la cruz y en la que nuevamente se hizo alusión al matrimonio.-
Me hizo pensar en mi matrimonio y en los matrimonios que me sirven de ejemplo.
En la Misa del jueves, me impactó la frase: "nadie dijo que había que amar al otro por ser perfecto". Y al relacionarla con la Pasión, Georgie nos explicaba que Jesús la asume, como quien responde al amor del padre y absorbe el pecado nuestro. Y que por eso, "nosotros estamos llamados también a absorber en parte, el mal del otro".-
Esta es una idea muy fuerte y muy reveladora, que cobra un interés especial, si se la mira desde el ángulo matrimonial.
¿Si en vez de pensar en lo que yo tengo que absorber de mi mujer, trato de hacerle mas digerible mi propia persona?. Que lo malo que el otro tenga que absorver de mí, sea lo menor indispensable.-
O dicho de otra manera... Así como el principal ayuno de la Pascua es el ayuno de uno mismo... ¿podríamos extender esto al ámbito matrimonial, para provocar que el otro ayune un poquito de mis miserias?.-
Y de allí, salté a filosofar sobre el entretiempo... Vivir esta Pascua como un entretiempo o una oportunidad de cambiar.
Así como durante la primera etapa de nuestra vida desde la adolescencia hasta la madurez, estamos tratando de delinear y formar una personalidad. En la segunda mitad sufrimos al menos dos crisis: Una particular que es reconocer lo que somos y ya no podemos modificar. Y otra matrimonial, que radica en la cargosa necesidad de imponer al otro la aceptación de nuestro carácter.-
Me refiero a la aceptación de nuestras manías, de nuestras actitudes estereotipadas, que muchas veces responden a la imagen que nos creamos de nosotros mismos.-
Sobre este segundo aspecto, sintetizado en el "bancátela, yo soy así", se abre un campo muy fertil de trabajo.
Y no se si será que me dura la alegría de la Pascua? Pero pienso que todavía estoy a tiempo de modificar algunas conductas, para no llegar a ser un viejo insoportable.-
Un abrazo y felices Pascuas para todos.-
ESTEBAN M. MAZZINGHI

1 comentario:

Andoto dijo...

"Gracias Stefano por tu reflexión y por COMPARTIR lo que vivistes y sentiste. Crecer en la Iglesia Comunidad entretiempista y como Iglesia doméstica, nuestra familia, es algo que te va llenando y que tiene como BASE y SUSTENTO al Señor. Me motivas a compartir algo personal sobre lo que me viene pasando en los últimos años de los 20 de casados y como entretiempista jugando el 2do. tiempo. Con Ana
estamos tratando de CRECER EN SABIDURIA que significa CONSTRUIR SOBRE ROCA, dialogando pero siempre eligiendo los momentos, tratando de estar muy atentos e ir a lo profundo del otro para cicatrizar las heridas cuando aparecen y por sobre todo ver la mitad de la vasija llena pero no con la resignación del "es lo que hay" sino poniendo el foco y búsqueda en "qué lindo lo que hay".
Son actitudes que ayudan mucho a que el vino de esa vasija endulce y se haga fruto en las dos Iglesias. Nuevamente gracias querido amigo."