lunes, 7 de septiembre de 2009

UNA IDEA... UNA FRASE... UNA ORACION



A PARTIR DE SEPTIEMBRE, TODOS LOS LUNES INAUGURAMOS UNA NUEVA SECCION EN ESTE BLOG: Una idea... una frase... una oración.-

Se trata de resumir en una sola idea algo que nos haya llamado la atención de la predicación del Evangelio y lecturas del domingo que pasó. Y agregar, si se quiere, una frase que podremos repetir en la semana como una oración corta.
Estaría bueno que los que entren en el blog se animen a participar y dejen su comentario, para que todos podamos aprovecharnos de lo que piensan o rezan los demás...

LES RECUERDO LAS LECTURAS DEL DOMINGO QUE PASÓ..
1. Isaías 34-4-7
2. Carta de Santiago 2-1-7
3. Ev San Marcos 7-31-37



6 comentarios:

Anónimo dijo...

Las lecturas de esta semana me dejaron... esperanza.
Esperanza de que si Jesús es capaz de hacer oír y hablar a un sordomudo, caminar a un paralítico, o ver a un ciego, también será capaz de mejorar mi "sordera" para escuchar y compadecer con el que lo necesita, mi "mudez" para dar una palabra de aliento o de comprensión, mi "ceguera" para ver una necesidad del otro o su cara angustiada o triste, mi "parálisis" cuando se trata de ocuparme del prójimo. ¿Acaso Jesús no va a poder curarme, si lo que pido es bueno para mi salvación y para la de los que me rodean?
Quizás también suspire, porque mi "sordera", mi "mudez", mi "ceguera" y mi "parálisis" no son tan involuntarias, ni inevitables, sino también producto de mi comodidad y de mi egoísmo. Pero no dudo que con una palabra, "Efatá", el podrá lograr que mis sentidos y mi corazón se abran a los demás. Esta es una razón más para mi esperanza.

Anónimo dijo...

Una frase: "Nuestros condicionamientos sociales también son una especie de sordera y ceguera de la que Jesús nos quiere rescatar, abrir, liberar ..."

Oración: Señor, enseñame a escuchar y hablar con el corazón.

Anónimo dijo...

La frase de las lecturas de este domingo que quedó resonando en mi interior es "ÁBRETE".
Las tres lecturas se conectan: La primera es abrirse a la esperanza de que El todo lo puede. Hasta convertir un desierto en un manantial... La segunda es abrirse al prójimo sin distinciones. Sonó dura esta lectura... un tanto K,me pareció prejuzgadora, pero pensándolo bien: ¿quien no ha hecho más de una vez acepción de persona? La tercera: es abrirse a la comunicación, soltar nuestra lengua para anunciar el reino. Y pensé ¿cuántas veces mi lengua se suelta con ese objetivo y cuantas más para criticar, conspirar, etc.
LA ORACION DE ESTA SEMANA PARA MI ES: "SEÑOR QUE ME ANIME A HABLAR DE VOS EN TODOS LOS AMBIENTES..."

Anónimo dijo...

A mi también la lectura de Santiago me resultó demasiado fuerte y por cierto que prejuzga. Habrá que ver en qué contexto de opresión (para usar una palabra propia del manifiesto) fue escrita. Y exactamente a quien fue dirigida... Tal vez Georgie nos pueda ayudar en esto... Pero creo que sin opresión de nuestra parte, a todos -aunque no seamos ricos en el sentido económico de la palabra- si lo somos en el sentido espiritual, no puede caer bien el sayo. Ya que todos quien más quien menos hacemos acepción. Más en estos tiempos que corren, donde hay tanta violencia y tanta inseguridad... abrazo a todos sin acepción...

Anónimo dijo...

Santiago escribe una carta muy dura, porque él proviene de un ambiente rígido y se dirige a un ambiente de matriz judía observante.
Nos ayuda a nosotros a ir a fondo, sin medias tintas ni matices. De hecho, vale la pena leer la carta -o fragmentos- cuando estemos un poquito relativistas y vemos que "no matamos a nadie" al momento de confesarnos...
Pero también, Santiago hace contrapunto con Pablo: acentúa el poder de las obras: "muéstrame tu fe sin obras, que por medio de las obras te mostraré mi fe".
RES, NON VERBA, sería la consigna de Santiago. U hoy día: menos lata, y más laburo.
Abrazos, y buena semana. P.Georgie

Anónimo dijo...

Como decía no se quien en la Tv. "soy malo y me gusta serlo".
No tanto, porqué el evangelio de este domingo me tocó de cerca.
Yo estoy como el mudo, pero con una diferencia. Puedo hablar pero no quiero.-
Es una mudez voluntaria, autoimpuesta, cómoda, prescindente de los demás. Incluso de mi esposa e hijos. Estoy cerrado como una ostra. No hago acepción de personas, no por bueno, sino porque sencillamente ni me interesa siquiera distinguirlas. El ábrete me tocó por este lado. DEJÁ DE MIRARTE EL OMBLIGO...