lunes, 28 de septiembre de 2009

UNA IDEA, UNA FRASE UNA ORACION



A PARTIR DE SEPTIEMBRE, TODOS LOS LUNES INAUGURAMOS UNA NUEVA SECCION EN ESTE BLOG: Una idea... una frase... una oración.-Se trata de resumir en una sola idea algo que nos haya llamado la atención de la predicación del Evangelio y lecturas del domingo que pasó. Y agregar, si se quiere, una frase que podremos repetir en la semana como una oración corta.
Estaría bueno que los que entren en el blog se animen a participar y dejen su comentario, para que todos podamos aprovecharnos de lo que piensan o rezan los demás...

LES RECUERDO las lecturas y EL EVANGELIO QUE PASÓ.
1º Lectura del libro de los números: 11, 16-17a 24-29
2º Lectura de la carta de Santiago 5, 1-6
Evangelio Marcos 9, 38-43. 45. 47-48.-

2 comentarios:

Esteban (x2) dijo...

Muchas veces sucumbimos a la tentación de armarnos un combo religioso. Otras veces con la ayudita de los de afuera, hasta nosotros mismos pensamos que la misericordia de Dios es tan grande, que podemos tomarlo por tonto y convertir su doctrina en la de un "está todo bien".
El evangelio del domingo que pasó fue como un sacudón. Ojo que Jesús no parece muy amigo de las medias tintas. Mejor mancos, rengos o tuertos, que enteritos en el infierno.-
Después de escuchar esto: ¿que hago con todos mis chanchullos?...

Esteban dijo...

De la carta de Santiago:

El juicio de la historia jamás probó que este Santiago tuviera a su nombre gran cantidad de propiedades, terrenos y hasta un hotel en Calafate. Sencillamente porque no los tenía.
De allí que lo primero que me sugirió esta lectura es que su fuerza no está tanto en las palabras que se dicen, sino en el testimonio de vida de quien las dice. Se hace y se vive como se predica. O se es un gran mentiroso. Algo que se resume en el proverbio latino: Res non verba: "Hechos, no palabras".-
Si tuviéramos en mente este dicho... ¿cuantos sanateros que hablamos de más, nos deberíamos llamar a silencio?
En segundo lugar le presté mucha atención a la letra de la canción de la meditación después de la comunión. "Ni tan pobre ni tan Rico".
Allí me parece que se da un poco la pauta de cómo vivir la virtud evangélica de la pobreza. "Pongo ante ti mi nada y reluce como el oro"
Quiere decir que mi esfuerzo puesto a los pies de la cruz, aunque no sea objetivamente gran cosa, igualmente reluce como el oro. Y, en cambio, como dice la lectura, hasta el oro auténtico, se herrumbra.-
¿Creo de verdad esto? ¿O solo es una melodía que canto porque es agradable al oído?
Hay muchas formas de saber cuanto me lo creo y cuanto no.
El primer termómetro que se me ocurrió es el de mi actitud cuando me pasan la bolsita. ¿Cuánto me cuesta meter la mano en el bolsillo?...