domingo, 18 de octubre de 2009

EL ABANDONO EN LA PROVIDENCIA DIVINA...



«Hasta los pelos de vuestra cabeza están contados. No tengáis miedo»

Cuando alguien es conducido por un guía que le lleva a un país desconocido, de noche, a través de los campos, sin camino trazado, según su intuición, sin consultar a otros y sin querer conocer su propósito, ¿puede escoger otro partido que el del abandono? ¿De qué sirve mirar dónde está, preguntar a los que pasan, consultar al mapa y a los viajeros? La intención... de un guía que quiere que se confíe en él será contraria a todo ello; se gozará confundiendo la inquietud y la desconfianza de un alma; quiere una entrega total a él... La acción divina es esencialmente buena, no quiere, en absoluto, ser confirmada ni controlada; comienza desde la creación del mundo y desde aquel instante, desarrolla nuevas pruebas; no limita, en absoluto, sus operaciones ni se agota su fecundidad; ayer hizo aquello, hoy hace esto; es la misma acción que aplica en cada momento y con efectos siempre nuevos, y así se desplegará eternamente.
Jean Pierre de Caussade (1675-1751), jesuita

1 comentario:

Esteban dijo...

que buena reflexión. se ve que en el año mil seiscientos ya había personajes manejadores como nosotros, que pretendían trazar un camino por sus propios medios...