domingo, 14 de febrero de 2010

De una lectura del domingo 14, un buen propósito para el 2010

"¡Bendito el hombre que confía en el Señor y en él tiene puesta su confianza! Él es como un árbol plantado al borde de las aguas, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme cuando llega el calor y su follaje se mantiene frondoso; no se inquieta en un año de sequía y nunca deja de dar fruto." (Jeremías 7, 7-8)

Podría ser un lindo propósito para el 2010: buscar por todos los medios"plantarse" cerca de la fuente de agua viva: Jesucristo, para que, en su cercanía, absorber de su fuente vital. Busquemos un espacio cerca de Él, en los momentos de silencio y oración, en la Adoración, en la lectura de la Palabra, en la participación de alguna actividad en la parroquia, en alguna función o tarea dentro de la Iglesia para con la comunidad, en el encuentro con otro. Así nos mantendremos fuertes en la esperanza, soportaremos mejor las inclemencias de la vida cotidiana y el Señor hará que demos fruto abundante. ¿No pinta como un camino interesante para intentar recorrer este año?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que bueno que este miércoles empiece la cuaresma. Nunca lo necesité tanto como este año. Me quedo con esta reflexión del árbol y con la alusión de Georgie al GPS. Mi GPS espiritual también dice "recalculando", y tengo muchas ganas de arrancar esta cuaresma con una buena confesión.