Comentario sobre el libro de Nowen: Encontrar en él la vida. Guía para un exámen.

Nowen realiza primero un análisis de nuestra situación, partiendo de las características de nuestro tiempo.-
Toma dos fenómenos muy nuestros de cada día, la ocupación y la preocupación, y termina con una gran paradoja.
Por último, da la respuesta que nos está pidiendo Jesús, esa que intuimos pero que tanto nos cuesta decidirnos a abrazar.

OCUPACION
Una primera característica de nuestro tiempo es la ocupación. Estar llenos. Estar real o ficticiamente muy ocupados.
“Nuestras vidas parecen maletas a punto de reventar” Nosotros lo repetimos casi como una muletilla: “estoy a mil...”
Lo que percibimos de afuera y muchas veces nos hacemos eco, es este axioma
Los hombres importantes están ocupados. Ergo si no estoy muy ocupado no soy importante.
Dos preguntas surgen a continuación: ¿Estoy lleno? Sí. Pero ¿lleno de qué?. ¿Estoy muy ocupado? Sí. ¿Pero ocupado en qué?
Propongámonos hacer un cuadro mental donde podamos vernos representados, poniendo en columna las distintas actividades, personas y cosas que forman nuestra vida: Trabajo, hijos, esposa, oración, deporte, tiempo libre, estudio, amigos, etc y démosle un valor en porcentaje.-
Dejo planteadas algunas preguntas que pueden servir como un examen personal:
¿como es mi dedicación en mi casa? ¿ayudo? ¿escucho? ¿apoyo? ¿soy justo o arbitrario?
me sacrifico? le encuentro sentido a ese sacrificio? como es mi dedicación al trabajo?
¿cómo aconsejo? ¿como soy con quienes trabajo? ¿con mis amigos? ¿con los enfermos?
¿con los pobres? ¿con mis hijos? ¿con mi mujer? ¿ con mis ahijados? ¿con mis clientes?
¿con mis empleados?

PREOCUPACIÓN
La segunda característica de nuestro tiempo es la de volar excesivamente con miras al futuro.-
El pasado por ser pasado, alegre o triste, nos llena de alegría o tristeza. Pero el futuro por ser incierto nos llena de preocupación.
Dice Nowen: "siempre estamos preparándonos para posibles eventualidades, pero casi nunca confiamos en el momento presente".-
Lo que recibimos de afuera es como en el caso anterior, más de lo mismo: Un clima de inminente catástrofe, un ambiente de emergencia permanente.-
La pregunta que hace el autor es?
¿Que pasaría si dejáramos de preocuparnos tanto por el futuro y nos detuviéramos a MIRAR LO QUE TENEMOS HOY ENTRE MANOS?.
¿Porqué cosas -que tengo hoy entre manos- vale la pena preocuparme?
¿Cuál es mi ranking de preocupaciones reales?.
Y digo reales porque muchas veces hay gran distancia entre los que decimos que nos debiera preocupar, y lo que verdaderamente nos preocupa.-
Dejo como una ayuda para rezar una serie de preguntas que puede servir para orientarnos en dónde estamos:
¿que cosas me angustian? ¿tengo simpleza? ¿que me hace perder la paz? ¿estoy intemperante?
¿con qué? ¿con quienes? ¿como anda mi paciencia? ¿que cosas me la hacen perder? ¿tengo alegría? ¿la contagio? ¿que cosas me dan verdadera alegría?

PARADOJA y LA RESPUESTA

Estamos como se acaba de describir, LLENOS y MUY OCUPADOS
Y SIN EMBARGO MUCHAS VECES NOS SENTIMOS INCOMPLETOS
De esta comprobación surge un axioma:
Si uno está lleno y al mismo tiempo se siente vacío, es que está lleno de lo que no sirve para ser feliz.-
La RESPUESTA DE JESÚS que plantea Nowen es la siguiente
Jesús no nos quiere fugados de este mundo
Jesús no habla de un cambio de lo exterior (actividades, relaciones). Sino de un cambio de nuestro interior.
EMPECEMOS POR CAMBIAR EL CORAZÓN
Y el cambio de nuestro corazón hará y transformará todas nuestras realidades sin que cambie el maquillaje sino la sustancia.-
Para eso se nos pide primero que analicemos donde estamos centrados
Como dice el refrán: dime donde están tus preocupaciones y te diré donde está tu corazón.
Y luego de la reflexión Jesús nos pide que veamos ¿si no tenemos que modificar el punto de gravedad de nuestra vida?. ¿Veamos sino tenemos que reubicar el centro?
Y si para eso hay que cambiar prioridades HAGÁMOSLO.
Maquiavelo habla de cambiar el maquillaje lo exterior. Su frase famosa “que algo cambie para que nada cambie...”Jesús en cambio habla de cambiar lo interior. Que cambie el corazón para que luego por decantación cambie todo lo que lo rodea...